Vomito, si, vomito.
No comida como habrás pensado
la comida a veces no es lo único que se vomita.
Vomito palabras,
palabras con las que me comunico
y pueden o no tener sentido.
Vomito música,
que mi alma y corazón llenan.
Vomito colores,
que llenan de vida,
de luz y alegría.
Vomito lágrimas
ante un sufrimiento inmenso
que mi corazón no puede soportar.
Vomito alegría
frente a las personas que quiero
y me hacen sentir feliz.
Vomito consuelo,
para aquél corazón abatido.
Vomito emociones,
que viajan desde mi cabeza
a mi rostro, corazón y alma.
¿Y para ti?
Para ti te vomito
un "te quiero".